Desde un punto personal:
Primero que nada, este diálogo trata sobre la cosmología, sobre la naturaleza, en donde los personajes del diálogo son: Sócrates, Hermógenes, Timeo y Citias
Platón nos coloca ante un nuevo proemio: es preciso recomenzar desde el principio, pero tomando un nuevo principio, uno anterior al usual. La renovada invocación a los dioses, que remite a la invocación llevada a cabo anteriormente, el paralelismo, en el relato se plantearon ciertos supuestos, como axiomas, que derivaron una exposición verosímil el logos.
Este comienzo está obligado a considerar la naturaleza del fuego, agua, aire y tierra y su estado antes de la creación del universo. Los cuatro elementos, presentes en la filosofía presocrática de manera sistemática por lo menos desde Empédocles, apenas habían sido mencionados en la primera parte. Al explicar la constitución del universo, se dijo que por ser el mundo visible y tangible debe estar compuesto de fuego y tierra, pero también de agua y aire, los cuales se suman para garantizar la armonía y proporción de los cuatro.
Esta primera explicación, toma el pensamiento de presocrático, incluso la filia del universo que lo mantiene unido, Timeo procura asimismo incorporarlas a una suerte de deducción matemática que revele la necesidad del vínculo indisoluble de estos supuestos constitutivos elementales en un todo unitario, así como la proporción de sus relaciones mutuas. Me interesa sobre todo, el hecho de que en esta primera explicación platónica los cuatro elementos o de las más antiguas cosmogonías son subordinados a la deliberación del creador. De ahí hace referencia a la acción del constructor o demiurgo son suficientemente claras, así como al plan para el futuro del universo y la actuación demiurgica. Menciona que por su propia naturaleza materia, apenas se menciona el hecho de que la visibilidad del mundo procede del fuego y su tangibilidad, de la tierra, o que agua y aire son armonizadores, que facilitan la proporción del conjunto.
En cambio Platón se propone a tomar una perspectiva anterior y más completa, que aporte también la descripción del estado de los cuatro elementos antes de la creación del universo.
Filosofía natural, de acuerdo con platón, nadie hasta ahora revelo el origen del fuego, aire, agua y tierra, sino que todos parecen dar por supuesto que ya se sabe que son, y también que se trata de los principios y elementos del todo, aunque objeta la analogía entre las silabas, entendidas como elementos simples, y los primeros constitutivos materiales no puede ser más que una aproximación al verdadero problema. Describe en primer lugar la situación precósmica y en ella, la aparición de los elementos, el “estado en el que se halla todo cuando dios esta ausente”. No todo se refiere al caos precósmico. Platón afirma que por el momento no va a hablar de principio ni de principios.
Cuenta entonces así que los atenienses son descendientes de aquellos hombres místicos de los que tomaron sus costumbres. Timeo, que es el experto en cosmología, expone el origen del mundo y de la creación del hombre. En la naturaleza vemos que el ser opone al acontecer, pero el acontecer no podría existir sin el ser. Es donde se introduce esta figura del demiurgo previamente dicha en el párrafo de arriba, se le atribuye como artesano que ordena el mundo, según el modelo de las ideas, es decir, de aquello perfecto, inmutable y seguro.
El mundo se compone de estos cuatro elementos, pero hay un elemento más, el quinto elemento es el espiritual, el alma inteligente que pone en contacto el mundo inferior con el mundo superior, esta alma del mundo forma parte de una cadena de almas que van de las más cercanas a las ideas y materiales.
En el grado superior encontramos a los dioses celestiales y las inteligencias animadoras de todo, por debajo están las almas inferiores, el alma humana.
Finalmente, encontramos los cuatro elementos materiales. El alma del mundo participa pues de lo material y de lo inmaterial. El movimiento necesario del cosmos está regido por las esencias o ideas superiores. Estas ideas superiores transmiten su movimiento a las esencias generadas y estas, a las esencias oscuras o formas materiales.
Definen también el tiempo como la imagen móvil de la eternidad. La materia de todos los elementos está compuesta por triángulos. Los triángulos son, las ideas que dan de forma parcial, inteligibilidad al cosmos y provienen de aquellas esencias primeras, que son perfectamente inteligibles. Esta mezcla de ideas y de materia que componen el cosmos y el alma del mundo, forma también el alma humana.
La unión de las tres almas, racional sensitiva y vegetativa, siempre en disputa, es una mezcla de idea y materia, de inteligibilidad y oscuridad. Defiende la reencarnación de las almas, las malas volverán a encarnarse en animales y en mujeres.